Demasiados países aún no han subido la llamada escalera del desarrollo y siguen dedicándose al comercio de algunos pocos productos básicos únicamente123. Diversificar la estructura de la economía es un objetivo casi universal4 respaldado por los responsables políticos y los académicos de todo el mundo. Este objetivo se basa en la evidencia que demuestra que la diversificación desencadena un proceso de cambio estructural, induciendo un crecimiento sostenido, mayores niveles de ingreso y desarrollo5. La figura siguiente ilustra que los países con una economía muy dependiente de unos pocos productos sólo tienden a tener un nivel de ingresos más bajo que los que tienen una economía muy diversificada.
Además, un reciente informe de la ONUDI concluye que, frente a la pandemia, "los países con mayor capacidad manufacturera y sectores industriales más diversificados han resistido mejor que sus pares el impacto económico y sanitario de la pandemia de COVID-19".6 Por otra parte, el camino a seguir para lograr la "diversificación estructural" sigue siendo objeto de un intenso debate.
César Hidalgo y Ricardo Hausmann hicieron una contribución académica innovadora a este debate en 2007. Según ellos "[...] los países se mueven por el espacio de productos desarrollando bienes cercanos a los que producen actualmente"7. . En otras palabras, los países desarrollan más fácilmente una ventaja comparativa en la producción de aquellos bienes en los que tienen capacidades preexistentes: lo que produces, y exportas, hoy define lo que puedes producir y exportar mañana (es decir, la diversificación sigue una fuerte dependencia de la trayectoria). El mensaje clave para los responsables políticos es, por tanto, establecer objetivos modestos, ya que los "saltos largos" a través del espacio de productos han sido muy raros en el pasado y pueden resultar difíciles de alcanzar. Este planteamiento teórico pide a los responsables políticos que favorezcan las "victorias rápidas", aprovechando las capacidades de producción disponibles que han determinado en gran medida la ventaja comparativa de los países, ya que "es bastante difícil que la producción se desplace a productos lejanos en el espacio, y por tanto las políticas para promover grandes saltos son más difíciles"8.
A pesar de estar basado en pruebas sólidas, el escepticismo sobre la adopción de saltos largos en el espacio de productos no está exento de oposición. Estos enfoques contradictorios en el diseño de políticas industriales y de innovación llegaron a su punto álgido en el famoso debate académico entre Justin Lin y Ha-Joon Chang en 2009. Según Chang, "en términos prácticos, mi diferencia con Justin radica principalmente en la medida en que pensamos que el desafío de la ventaja comparativa es aconsejable. Mientras que Justin cree que el salto de los peldaños al subir la escalera debe ser muy pequeño ("desafío a la ventaja comparativa", en sus palabras), yo creo que puede ser, y a veces tiene que ser, grande ("desafío a la ventaja comparativa", en sus palabras)"9.
Comprobamos empíricamente si existe realmente una compensación entre el margen de diversificación y el grado de desviación de las exportaciones actuales de un país.
Nuevas pruebas sobre la dinámica de la ventaja comparativa
Nuestro reciente artículo10 en el Journal of International Economics analiza los patrones de especialización de más de 200 países en el período 1995-2015 para medir si los datos reales corroboran las afirmaciones de Hidalgo y Hausmann y, más concretamente, si la diversificación se ha caracterizado de hecho por un fuerte nivel de dependencia de la trayectoria.
Nuestro estudio confirma en general la hipótesis de la dependencia del camino, pero también encuentra que un gran número de nuevos productos de especialización no estaban relacionados con las cestas de exportación iniciales. Dependiendo del rigor del criterio que define una nueva entrada como dependiente de la trayectoria, encontramos que la proporción de nuevos productos en la cesta de exportación de un país que desafían su ventaja comparativa inicial oscilaba entre un valor inferior al 39% y el valor más alto al 67%. Aunque este hallazgo parece apoyar la hipótesis de Hausmann e Hidalgo (2011)11 de que los países suelen diversificarse aprovechando sus capacidades existentes, la otra cara de la moneda es que los países también suelen diversificarse produciendo y exportando con éxito productos que están muy por encima de sus conocimientos técnicos actuales.
No es extraño que el desarrollo de la ventaja comparativa de los países industriales se haya visto menos limitado por sus cestas de exportación iniciales, dado que estos países ya poseían un conjunto más amplio de capacidades, habilidades, conocimientos técnicos y todas las demás condiciones pertinentes que sustentaban sus "saltos de longitud". En el extremo opuesto, el estudio identifica las economías en desarrollo que dependen de los recursos naturales o tienen cestas de exportación concentradas en productos específicos. Sin embargo, incluso algunos de los países de renta baja y media, por ejemplo, Argelia, Angola o Turkmenistán, mostraron una proporción considerable de nuevas exportaciones no relacionadas con sus cestas de exportación iniciales (alrededor de una quinta parte durante el periodo estudiado).
En los círculos académicos y políticos se han debatido ampliamente ejemplos notables de diversificación fuera de las cestas de exportación actuales, desde Brasil (industria aeronáutica) hasta la República de Corea (varias industrias de alta tecnología e intensivas en capital). Nuestro análisis confirma que la aparición de la especialización no relacionada está más extendida de lo que se cree. Entre estos productos que desafían la trayectoria y que se han añadido a las cestas de exportación de las economías en desarrollo se encuentran las "piezas de otras aeronaves", es decir, los productos incluidos en el código 8804 del SA12 (que incluye hélices de aeronaves, trenes de aterrizaje, piezas n.c.o.p. y partes de globos de naves espaciales) y que actualmente son exportados por Marruecos y Túnez con una ventaja comparativa revelada. Este grupo de productos se añadió a la cesta de exportación de Marruecos con ventaja comparativa revelada en 2009 y a la de Túnez en 2011. Además, Túnez también ha añadido "instrumentos médicos" (código SA 9018, es decir, productos que suelen exportar las economías desarrolladas): la economía norteafricana exporta estos productos con una ventaja comparativa revelada desde 2012. Encontramos un panorama similar en las trayectorias de desarrollo de varias otras economías de renta baja y media.
Estos resultados sugieren que el desarrollo de una ventaja comparativa en la economía mundial suele seguir un proceso dependiente de la trayectoria, pero los cambios que desafían la trayectoria, es decir, los cambios que tienen más probabilidades de aumentar la diversificación, son frecuentes.
¿Los saltos cortos o largos en el espacio de productos son relevantes para el crecimiento económico?
Está claro que la diversificación económica no es un fin en sí mismo, sino una estrategia para lograr el crecimiento económico y, por tanto, el desarrollo humano. Por lo tanto, una cuestión clave para el debate es si los países obtienen mejores resultados cuando la diversificación depende más de la trayectoria (prevalencia de saltos cortos) o desafía la trayectoria (prevalencia de saltos largos o adición de nuevos productos no relacionados a la cesta de exportación). Para responder a esta pregunta, utilizamos datos empíricos para estimar un modelo de crecimiento en el que la proporción o el número de nuevas entradas dependientes de la trayectoria en la cesta de exportación representan la principal covariable. Llegamos a la conclusión de que las nuevas entradas en la cesta de exportación de un país que dependen de la trayectoria están asociadas a un menor rendimiento del crecimiento. Esta relación es especialmente marcada en los países de renta baja.
En otras palabras, es más probable que los saltos largos estén asociados a una tasa de crecimiento elevada y son mucho más comunes de lo que sugiere el debate académico. La transformación estructural puede adoptar formas diferentes y, a menudo, imprevisibles, por lo que los responsables políticos pueden querer aplicar estrategias de diversificación ambiciosas y que desafíen la trayectoria. La frecuencia de los saltos largos identificados en el espacio de productos exige un nuevo enfoque de las políticas industriales y de innovación y un retorno a la agenda política de las oportunidades de diversificación que desafían el camino.
Las investigaciones futuras deberían centrarse en los factores específicos que sustentan el éxito de los saltos largos, no sólo en términos de las capacidades del país, sino también en términos de las características del producto. De hecho, mientras que adquirir una especialización en determinados productos podría ser más factible porque el conjunto de capacidades necesarias es ubicuo o fácilmente accesible, lo contrario podría ser cierto para otros productos. Estos aspectos han recibido hasta ahora muy poca atención en la literatura económica y en el análisis de las políticas debido a un escepticismo general sobre los "saltos de longitud" que, sin embargo, no se basa en pruebas inequívocas. Ahora, la investigación deberá volver a ampliar el horizonte
Descargo de responsabilidad: Las opiniones expresadas en este artículo son las de los autores, basadas en su experiencia y en investigaciones previas, y no reflejan necesariamente las opiniones de la ONUDI (leer más).