La actual pandemia de COVID-19 ha interrumpido y expuesto al completo la vulnerabilidad de la cadena de valor global (CGV),sinónimo de la globalización y están caracterizada por la gran interdependencia entre empresas líderes mundiales y proveedores decontinentes. En la actualidad, muchos países se enfrentan a la escasez de suministro de equipos médicos esenciales en la lucha contra el virus. Asimismo, las empresas y países también se enfrentan a los riesgos asociados a las políticas de comercio nacionales de corte proteccionista: los elevados aranceles de importación pueden haber provocado en los Estados Unidos, la escasez de productos y equipos médicos de gran necesidad procedentes de China, mientras que las restricciones a la exportación de suministros médicos pueden haber exacerbado la escasez de suministros.1
Mucho antes de la pandemia del COVID-19 yen un esfuerzo por mitigar los riesgos en la cadena de suministro, aumentar la flexibilidad y mejorar los estándares de los productos, las empresas líderes mundiales recurrieron a las tecnologías de la Industria 4.0 y, ocasionalmente, han relocalizado parte de su producción. Incluso en países en vías de desarrollo como Bangladesh, por ejemplo, los fabricantes subcontratados de la industria textil han empezado a sustituir a los trabajadores por robots para adaptarse al aumento de los salarios.2 En vista de estos cambios pertinentes, este artículo pretende examinar dos cuestiones interrelacionadas y relevantes para las políticas, a saber: ¿podría la crisis actual estimular aún más la automatización y la repatriación en las CGV? Y, por lo tanto, ¿podría una posterior reversión de la globalización reducir las perspectivas de desarrollo a través de una mayor participación en las CGV?
Escasez de suministros y el papel de la Industria 4.0 en la pandemia de COVID-19
Actualmente, muchos países se enfrentan a la escasez de suministro de equipos médicos esenciales, incluyendo piezas y componentes. La demanda mundial de respiradores y equipos de protección personal (EPP), como mascarillas médicas, visores de plástico y guantes, ha aumentado exponencialmente a medida que se el número de casos de la COVID-19 se dispara. La escasez ha sido uno de los rasgos definitorios de la crisis y puede entenderse mejor si se examina más de cerca cómo se fabrican algunos de los equipos básicos.
Uno de los principales cuellos de botella en la producción actual de respiradores, por ejemplo, es el suministro puntual de componentes debido a la dependencia de insumos producidos por proveedores globales. En lugar de fabricar el producto desde cero, los países se especializan en diferentes tareas de la CGV, lo que da lugar a una gran interdependencia. Mientras que la empresa neerlandesa Royal Philips, uno de los principales fabricantes de respiradores, declaró que duplicaría su producción para mediados de mayo, ellos dependen de su amplia red de proveedores mundiales, estrechamente integrados, para continuar sus operaciones, incluida la producción puntual de componentes eléctricos como placas de circuitos o sensores.3
Según un análisis sobre los valores unitarios de exportación promedio (dólares estadounidenses por kilogramo exportado), los proveedores en China, Lituania, Tailandia, Turquía y Vietnam, entre otros países, parecen estar especializados en componentes de respiradores de menor valor añadido (valores unitarios bajos). Por otro lado, los países que alojan a los principales fabricantes de ventiladores, como Draegerwerk (Alemania), Fisher and Paykel Healthcare (Países Bajos), Hamilton Medical (Suiza), Medtronic (Irlanda) y Royal Philips (Países Bajos), tienden a centrarse en componentes de mayor valor añadido o en el montaje final de respiradores (valores unitarios elevados).
¿Podrían las tecnologías de la Industria 4.0, incluyendo la impresión 3D y la inteligencia artificial, suplir algunas de estas carencias de suministro que se observan actualmente en los mercados de respiradores y EPP? La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos, por ejemplo, está colaborando con el gobierno y actores público-privados, como America Makes y el Instituto Nacional de Innovación en Fabricación Aditiva, para responder a la escasez de suministros médicos utilizando la impresión 3D para producir válvulas y otras piezas de respiradores como mascarillas y visores de plástico, a pesar de ciertas limitaciones bien conocidas de fabricación aditiva, como los largos requisitos de certificación, especialmente en cuanto al equipo médico que salva vidas.4
La República de Corea está utilizando la tecnología de la Industria 4.0 para realizar pruebas de detección de la COVID-19 a un número de personas muy superior al que ha sido posible en muchos otros países, con lo que ha conseguido limitar el número de muertes relacionadas con el virus. La empresa coreana Seegene, que realiza diagnósticos moleculares multiplex, se apoyó en su sistema de grandes volúmenes de datos, basado en inteligencia artificial, para desarrollar una prueba de la COVID-19 en pocas semanas, siendo éste un procedimiento que suele tardar varios meses. La rápida aprobación por parte de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Corea garantizó la puesta en marcha de las pruebas para el COVID-19 en menos de una semana. Además, el sistema de Seegene utiliza pruebas automáticas, es decir, las muestras son analizadas por una máquina de diagnóstico en lugar de personas, lo que acelera el proceso y reduce el riesgo de error y contaminación.5
¿Cómo afecta la Industria 4.0 a la participación en las CGV y a las perspectivas de desarrollo?
Desde el punto de vista de las empresas líderes, la Industria 4.0 abre la puerta a nuevas tecnologías de ahorro de mano de obra que podrían reducir la dependencia de la mano de obra poco calificada y de bajo coste en la fabricación. Esto tiene implicaciones para la geografía global de la producción, ya que cabe esperar que las cadenas de valor adquieran un carácter más regional, en similitud con los principales mercados de consumo final en China, la Unión Europea, Japón y Estados Unidos. Es igualmente probable que la Industria 4.0 tenga un impacto en la extensión de la cadena de valor, ya que la automatización podría consolidar varios de sus pasos.6
¿Cuáles son las implicaciones de la Industria 4.0 para el desarrollo a través de la participación en las CGV? Al disminuir la importancia de la mano de obra poco calificada, la Industria 4.0 repercute sobre la participación de los países en las CGV, ya que cambia los patrones de su ventaja comparativa. Esto podría llevar a una reducción de las ganancias de los países en desarrollo en su participación en las CGV, en concreto, en términos de creación de empleo y de efectos indirectos sobre la productividad.7 Los datos anecdóticos de Bangladesh sugieren que el aumento de los salarios y el malestar social tras el desastre de Rana Plaza de 2013 provocaron un aumento de la automatización en la industria de la confección; una industria que durante mucho tiempo ha estado protegida de la automatización. Los robots ya son capaces de manipular las telas, coser los bolsillos y colocar las trabillas en los pantalones. Como resultado, la industria de la confección experimentó un fuerte crecimiento de las exportaciones de casi el 20% entre 2013 y 2016, mientras que el crecimiento del empleo se quedó atrás, en un 4,5%.8 Esto no es tampoco buen augurio para las trabajadoras de la industria manufacturera en Bangladesh y el resto del mundo, ya que tienen más probabilidades de ser empleadas por empresas que participan en las CGV.9
La Industria 4.0 también podría influir en las decisiones de relocalización de las empresas líderes en vista de la creciente importancia de los ecosistemas empresariales flexibles y de apoyo, aunque hay poca evidencia de que la Industria 4.0 fomente a la relocalización. . Estos ecosistemas empresariales emergentes requieren un conjunto de trabajadores caalificados y empresas proveedoras, así como servicios de alta calidad incorporados e integrados en los bienes. Además, cabe esperar que aumente la importancia de una infraestructura tecnológica de alta calidad, un marco normativo sólido y unos mecanismos de aplicación de contratos para los ecosistemas empresariales.10
Una encuesta a nivel empresarial que incluye una muestra de alrededor de 2500 empresas manufactureras en ocho países europeos confirma que la flexibilidad y la calidad del producto fueron los dos principales motores de sus actividades de relocalización en 2015. Sin embargo, menos del 6% de las empresas encuestadas había llevado a cabo una relocalización, mientras que casi el 17% había deslocalizado actividades durante el mismo período, lo que sugiere que la relocalización está menos extendida de lo que se percibe generalmente.1112
Por otra parte, la Industria 4.0 puede facilitar la participación en las CGV, al menos en algunos sectores. La digitalización puede reducir los obstáculos para entrar a las CGV al facilitar su gestión y el acceso a los mercados, mientras que el comercio electrónico reduce la importancia de la infraestructura física y la conectividad. Además, un estudio reciente concluye que la robotización en los países industrializados ha promovido el comercio Sur-Norte de piezas y componentes en diversas industrias. El crecimiento de las exportaciones de piezas y componentes inducido por la automatización desde los países en desarrollo hacia los industrializados durante el período 1995-2015, fue mayor en la industria del automóvil, seguida por la del caucho y los plásticos, los metales, los electrónicos y la maquinaria.13
¿Podría acelerarse el proceso de automatización y relocalización tras la pandemia de COVID-19?
Varios factores parecen apoyar el argumento de que la automatización y posiblemente la relocalización se acelerarán tras la pandemia de la COVID-19. El caso de la República de Corea y sus pruebas, ejemplifica que la automatización facilita los ajustes del lado de la oferta, (por ejemplo, a través de los pedidos bajo demanda), mitigando los riesgos para las empresas en caso de pandemia o cualquier otro siniestro, ya que permite un ajuste más flexible al aumento de la demanda. En un esfuerzo por reducir la dependencia de los países del suministro mundial, podrían aplicarse políticas industriales para asegurar el suministro de bienes considerados esenciales para el sector sanitario y la seguridad nacional. Esta posibilidad ha sido expresada recientemente por políticos y asesores económicos de Estados Unidos y otros países.14
Sin embargo, también hay razones para no preocuparse por una reversión total de la globalización. Garantizar el suministro de bienes básicos no requiere necesariamente la una relocalización de la producción. Los países pueden prepararse para una pandemia almacenando respiradores y otros equipos médicos esenciales, aunque se hayan fabricado en el extranjero, así como mediante la aplicación de reformas dentro del sector sanitario que deberían haberse llevado a cabo hace tiempo. Aunque las empresas puedan replantearse sus estrategias y considerar aplicar la automatización o relocalización para mitigar los riesgos futuros, es poco probable que se automaticen todas las cadenas de suministro a corto plazo. La automatización de ciertos subcomponentes podría no ser factible o incluso deseable, debido por ejemplo, a una escasez de trabajadores calificados capaces de manejar las máquinas o a una falta de productos con baja relación valor-peso.
El stock mundial de robots industriales sigue concentrándose en países e industrias manufactureras específicas. En 2016, alrededor de un millón de robots industriales del sector manufacturero se utilizaban en países especializados para tareas innovadoras de las CGV. Estos países se caracterizan por: una elevada participación en las CGV del sector manufacturero, una alta proporción de manufacturas y servicios empresariales en sus exportaciones y un alto compromiso de innovación, e incluyen a muchos países europeos, Canadá, Estados Unidos, Israel y algunos países asiáticos (Japón, Singapur y la República de Corea).15 Mientras que China por sí misma utilizó más de 260.000 robots en su producción manufacturera, los demás países solo utilizaron 150.000 robots. Casi la mitad de los robots se utilizaron para la producción de vehículos de motor (664.000), seguidos por computadoras y otros equipos electrónicos (cerca de 400.000). Los robots se utilizaron en menor medida para la producción de caucho y plásticos, metales fabricados, maquinaria y equipos, y alimentos y bebidas.
Además, los datos no apoyan unánimemente una asociación negativa entre la automatización y la participación dentro de las CGV. Mientras que el stock de robots industriales aumentó, a pesar de que la participación regresiva dentro de las CGV en el sector manufacturero cayó en la mayoría de los países entre 2011 y 2016, su relación varía según el tipo de país. Los gráficos de dispersión presentan una correlación entre los países especializados en tareas innovadoras de las CGV en comparación con China y otros países. Aunque el análisis no revela ninguna causalidad, las diferencias entre los tipos de países son sorprendentes. Una mayor robotización de las tareas innovadoras de las CGV (panel superior) en los países especializados y – que son los que utilizan la mayor parte de los robots industriales – parece estar asociada con un menor descenso de la participación dentro de las CGV. En cambio, el gráfico de dispersión de China y otros países (panel inferior) muestra una correlación negativa. Un mayor uso de robots se asocia a un mayor descenso de la participación regresiva en las CGV. El desarrollo y sus efectos dependen de los tipos de insumos extranjeros procedentes de un determinado país (intensivos en mano de obra o no), así como de la relación entre los robots y la mano de obra dentro de las industrias pertinentes.
Otros acontecimientos -como la entrada de países de costo más bajo dentro de las CGV y la creciente demanda en los mercados emergentes de bienes de consumo de gama media- podrían frenar una tendencia en la automatización y relocalización. Etiopía, por ejemplo, ha entrado con éxito en las CGV y ha creado muchos puestos de trabajo para los trabajadores de la confección, especialmente las mujeres, pero actualmente no tiene un salario mínimo regulado, lo que hace que el país sea un lugar de inversión atractivo para las empresas líderes en el sector de la confección a nivel mundial.16 Además, el deseo de adquirir productos de consumo de bajo costo, en artículos electrónicos y ropa, está creciendo en los mercados emergentes. Los fabricantes como por ejemplo, Tecno, de equipos originales (Región Administrativa Especial de Hong Kong), Torque (Filipinas) y Viettel (Vietnam), , han ido penetrando los mercados de teléfonos inteligentes de Asia y África.17 La automatización y relocalización parecen tener menos impacto en las CGV de uso intensivo de mano de obra y que tienen como objetivos a los consumidores de los mercados emergentes, al menos a corto y medio plazo.
La pandemia del coronavirus nos ha enseñado bastante. Desde el punto de vista comercial, los flujos libres de bienes y servicios médicos esenciales, que van desde las mascarillas y componentes de los respiradores, ambos exportados desde China, hasta, los médicos trasladados en avión a Italia desde Cuba18, la automatización de tareas críticas, como las pruebas, y la ausencia de proteccionismo comercial y de burocracia, son todos factores que contribuyen a salir de la crisis actual. Esperemos que estas lecciones se recuerden tras la reconstrucción de un mundo post-COVID-19.
Descargo de responsabilidad: Las opiniones expresadas en este artículo son las de los autores, basadas en su experiencia y en investigaciones previas, y no reflejan necesariamente las opiniones de la ONUDI (leer más).