Assembly line
Línea de montaje en una fábrica. (Imagen:xieyuliang vía iStock Photo)

El papel de las cadenas mundiales de suministro en la pandemia de COVID-19 y más allá

A medida que la mayoría de los países experimentan confinamientos relacionados con la COVID-19, existe preocupación por el presente y el futuro de las cadenas mundiales de suministro.

Por Barthélémy Bonadio, Zhen Huo, Andrei Levchenko, Nitya Pandalai-Nayar

En las últimas cuatro décadas, las cadenas mundiales de suministro se han convertido en una parte cada vez más central de la economía mundial. A raíz de la pandemia de COVID-19, hay preocupación por el papel actual de estas cadenas, en particular por la creencia generalizada de que han facilitado la transmisión de la crisis entre países.1 Ahora, cuando muchos países empiezan a reabrir sus economías y a mirar hacia la recuperación, se especula la posibilidad de que las empresas intenten reducir la exposición al riesgo relocalizando todas o parte de sus operaciones.2 Si los países se repliegan hacia políticas más proteccionistas como consecuencia de la pandemia, esta tendencia a acercar la producción a casa podría acentuarse aún más.3

El modelo de cuantificación

Para responder a estas preguntas, construimos un modelo de datos de producción y comercio mundial que abarca 64 países de seis continentes y 33 sectores que abarcan todas las actividades económicas. Utilizamos la base de datos de la OCDE Inter-Country Input-Output (ICIO por sus siglas en inglés) que proporciona matrices de insumos intermedios nacionales e internacionales y comercio de uso final.

Comenzamos simulando un confinamiento global como una contracción de la oferta de trabajo. Para controlar el tamaño de la contracción del trabajo, utilizamos los resultados de un estudio reciente de Dingel y Neiman (2020) que mide qué fracción del trabajo de diferentes ocupaciones puede realizarse en casa.4 La variación en la prevalencia de determinadas ocupaciones en la economía y la forma en que estas ocupaciones son utilizadas por los diferentes sectores dentro de la economía significa que el nivel del impacto varía entre los países. Los países también difieren en el rigor de los confinamientos. Para reflejar esto, incorporamos un índice del Oxford Blavatnik School of Government Coronavirus Government Response Tracker, el que captura el rigor de las medidas por país5 en el modelo.

El gráfico siguiente muestra la caída del PIB en todos los países prevista por nuestro modelo de referencia tras el impacto en la oferta del trabajo. Las reducciones del PIB son drásticas, un 31,5% en promedio. Sin embargo, hay una variación significativa entre los países, con una caída del PIB que va desde el 21% en China (provincia de Taiwán) y Suecia (que impuso una de las políticas de confinamiento más indulgentes) hasta el 40% en Vietnam.6

Respuesta del PIB a la crisis de la oferta de trabajo relacionada con la pandemia

Fuente: Bonadio et al. (2020)

Centrándonos en particular en el papel de las cadenas mundiales de suministro, utilizamos las herramientas de Huo, Levchenko y Pandalai-Nayar (2020)7 para calcular qué tanto de la disminución del PIB de cada país se debe a impactos externos y no a los internos, como se destaca en el gráfico de barras anterior.

Los impactos externos transmitidos a través de las cadenas mundiales de suministro representan, en promedio, alrededor de un tercio de la caída global del PIB. Es decir, un país en promedio experimentaría una contracción del PIB del 11% debido exclusivamente a los confinamientos en otros países, aunque no impusiera ningún confinamiento en su propia economía.

El modelo también muestra que cuanto más integradas estén las economías en las cadenas mundiales de suministro, como en el caso de Brunei Darussalam y Kazajstán, mayor será la contribución de los impactos externos a la caída global del PIB (en términos proporcionales). Entre los cinco países más afectados por los impactos externos, la transmisión representa en promedio el 57% de la contracción total del PIB.

¿Habría cambiado algo la repatriación de la cadena de suministro?

A continuación abordamos la cuestión más sustantiva de si la participación en las cadenas mundiales de suministro exacerbó o alivió la contracción de la oferta de trabajo inducida por la pandemia. No está claro si la renacionalización de la cadena de suministro hará que el PIB sea más resistente a futuras crisis de tipo pandémico. Para averiguarlo hay que comparar el cambio del PIB inducido por la pandemia en el modelo de referencia con el cambio del PIB inducido por la pandemia en un mundo alternativo sin comercio internacional, en el que las cadenas de suministro se han ajustado para utilizar únicamente insumos nacionales. Por supuesto, la renacionalización de las cadenas mundiales de suministro cambiaría el tamaño relativo de los sectores nacionales, ya que los usuarios de insumos pasan de los intermediarios extranjeros a los nacionales.

La respuesta es que, en general, la ruptura de las cadenas mundiales de suministro no hará que los países sean más resistentes a las crisis de suministro de trabajo de tipo pandémico. Las barras de color azul claro en el gráfico que aparece a continuación trazan los descensos contrafactuales del PIB para la misma crisis en un mundo en el que las cadenas de suministro son nacionales.

Comparación entre el escenario de referencia y el de renacionalización

Fuente: Bonadio et al. (2020)

Resulta que, en promedio, en nuestra muestra de 64 países, la recesión sería en realidad ligeramente peor con cadenas de suministro renacionalizadas (un descenso del 32,3% en promedio) que con los niveles actuales de comercio. La intuición de este hallazgo es simple: la eliminación de la dependencia de los insumos extranjeros aumenta la dependencia de los insumos nacionales. Dado que cualquier confinamiento nacional relacionado con la pandemia también afecta a los sectores nacionales, la renacionalización de las cadenas de suministro internacionales no aporta ninguna ventaja en materia de resiliencia.

Existe una modesta distribución de las diferencias en torno a la media. En algunos países, el PIB se reduciría en 4 puntos porcentuales más si se renacionalizaran las cadenas de suministro, mientras que en otros el PIB caería entre 4 y 6 puntos porcentuales menos. La variación entre países se explica bien por las diferencias en el rigor de los confinamientos entre países. Algunos países, principalmente Japón, China (provincia de Taiwán) y Suecia, impusieron confinamientos menos estrictos en respuesta a la pandemia. Por lo tanto, el impacto inducido por la pandemia en estos países es menor que el impacto en sus socios comerciales con confinamientos más severos.

Separarse de las cadenas mundiales de suministro haría a estos países más resistentes a los confinamientos al eliminar la transmisión del impacto relativamente mayor de otros países. Por el contrario, un país con un confinamiento más severo reducirá su propia oferta de trabajo nacional en mayor medida que su socio comercial promedio. En ese caso, la oferta de los insumos intermedios nacionales cae más que la oferta de los extranjeros y, por tanto, la contracción del PIB es mayor cuando se renacionalizan las cadenas de suministro.

Otro canal potencial que puede afectar los beneficios de la renacionalización de la cadena de suministro es el cambio del tamaño relativo de los sectores dentro de un país. En igualdad de condiciones, un país estaría en mejor situación si la renacionalización conduce a la expansión de los sectores que están menos expuestos a las perturbaciones negativas de la oferta de trabajo. Un sector está menos expuesto al confinamiento relacionado con la pandemia si gran parte de su mano de obra puede ser suministrada desde casa, como sería el caso de la impresión o los servicios financieros. Aunque es plausible, descubrimos que este canal es cuantitativamente menos importante en comparación con el efecto antes mencionado del cambio de insumos extranjeros a nacionales.

En definitiva, nuestros resultados muestran que las cadenas mundiales de suministro transmiten claramente los efectos económicos de los confinamientos a través de las fronteras. Sin embargo, eso no significa que la presencia de las cadenas mundiales de suministro exacerbe uniformemente la recesión. El hecho de que la renacionalización de las cadenas de suministro aísle a un país de la pandemia depende de si tiene previsto imponer un confinamiento más o menos severo que el de sus socios comerciales.

Este artículo de opinión fue publicado originalmente por VoxEU el 25 de mayo de 2020.

  • Barthélémy Bonadio is a PhD Candidate at the University of Michigan.
  • Zhen Huo is Assistant Professor at Yale University.
  • Andrei Levchenko is Professor of Economics at the University of Michigan and Research Fellow at the Centre for Economic Policy Research (CEPR).
  • Nitya Pandalai-Nayar is Assistant Professor at the University of Texas at Austin and Faculty Research Fellow at the National Bureau of Economic Research (NBER).

Descargo de responsabilidad: Las opiniones expresadas en este artículo son las de los autores, basadas en su experiencia y en investigaciones previas, y no reflejan necesariamente las opiniones de la ONUDI (leer más).

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