Cómo los países en desarrollo pueden aprovechar la Cuarta Revolución Industrial
El nuevo paradigma tecno-económico ofrece una ventana de oportunidad para que los países que se incorporan de manera tardía den el salto a nuevos sectores e industrias.
El nuevo paradigma tecno-económico ofrece una ventana de oportunidad para que los países que se incorporan de manera tardía den el salto a nuevos sectores e industrias.
Los elevados costos de la mano de obra y el capital en la región suponen un serio reto para su competitividad.
La integración de las empresas manufactureras en las cadenas globales de valor ofrece oportunidades a los países para aumentar el empleo, las exportaciones y la productividad.
La crisis inducida por la pandemia tendrá graves repercusiones en los ingresos de los hogares y las industrias de la región y requiere medidas políticas rápidas.
Los Emiratos Árabes Unidos han avanzado en sus esfuerzos por diversificar su economía impulsada por el petróleo y ahora pretenden incursionar en la fabricación de alta tecnología.
El milagro de Asia Oriental ofrece lecciones cruciales para los países en desarrollo sobre el crecimiento de las manufacturas orientadas a la exportación.
La producción se fragmentó en redes a través de muchos lugares, con implicaciones para el desarrollo industrial.
Las experiencias individuales de los países apuntan a las diferencias en la participación de las Cadenas de Valor Mundiales desde mediados de los años noventa.