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Ingeniero ajustando el equipo de fabricación. (Imagen: seventyfourimages vía Envato)

¿Estamos observando un resurgimiento de la fabricación en África?

La inversión de las tendencias de industrialización en África subsahariana trae esperanzas sobre el futuro de la industria manufacturera en la región.

Por Hagen Kruse, Emmanuel Mensah, Kunal Sen, Gaaitzen de Vries

La expansión del sector manufacturero suele considerarse clave para lograr un desarrollo inclusivo y sostenido. Y por una buena razón: durante más de dos siglos, la industrialización en Occidente y, más recientemente, en Asia Oriental ha fomentado el rápido avance tecnológico y el aumento de los niveles de ingresos. Entre los beneficios ampliamente reconocidos de la fabricación1 es su capacidad para emplear lucrativamente grandes cantidades de trabajadores poco calificados, lo cual es crucial para reducir la pobreza.

En un momento en el que la pandemia de la COVID-19 ha causado estragos en la economía mundial, y África subsahariana ha registrado un descenso del 2,6% del PIB en 20202, la recuperación inclusiva de los millones de personas que han caído en la pobreza dependerá del sector manufacturero. Afortunadamente, grandes zonas del mundo en desarrollo, incluida África subsahariana, experimentaron un inesperado pero muy bienvenido resurgimiento de la industria manufacturera justo antes del estallido de la pandemia.

Hasta la década del 2000, África subsahariana se había desindustrializado: el ambiente era sombrío, ya que la escasa actividad manufacturera que existía estaba desapareciendo lentamente, y con ella, la vía tradicional de desarrollo y reducción de la pobreza. Por ejemplo, en la mayor ciudad del norte de Nigeria, Kano, las fábricas textiles, las curtidurías de cuero y las plantas de cerámica estaban visiblemente deterioradas.3 Hubo informes de parques industriales vacíos en Etiopía4, mientras que la industria del calzado de Sudáfrica se derrumbó.5

Pero recientemente, esta tendencia ha empezado a revertirse en toda la región. Lo hemos documentado en una nueva investigación basada en un estudio en profundidad de los datos nacionales de 51 países, incluidos 18 del África subsahariana, como Sudáfrica, Etiopía, Nigeria, Kenia y Mauricio.6 Estos 18 países representan casi tres cuartas partes del PIB7 de la región y, por lo tanto, son representativas del panorama general.

Porcentaje del empleo en el sector manufacturero en algunos países africanos

Fuente: Base de datos de transformación económica GGDC/UNU-WIDER

El gráfico anterior ilustra cómo este resurgimiento de la industria manufacturera ha influido en el porcentaje del empleo en este sector en tres de los países incluidos en nuestro estudio, a saber, Nigeria, Ghana y Ruanda. La industria manufacturera en Ghana y Nigeria comenzó a expandirse a partir de 2010, mientras que en Ruanda ha ido aumentando gradualmente como parte del empleo desde la década de 2000. La trayectoria de industrialización de Ruanda ha incluido la apertura de su primera planta de montaje de automóviles por parte de Volkswagen en 2018.8

Observamos las mismas tendencias generales en toda la región, aunque la capacidad industrial siguió disminuyendo en algunos países.9 Como se muestra en las cifras siguientes, el porcentaje promedio de empleo en el sector manufacturero en los países africanos incluidos en nuestro estudio se mantuvo estancado en el 7,2% entre 1990 y 2010, pero aumentó hasta el 8,3% en 2018. Esta cifra sigue siendo baja en comparación con los países en desarrollo de Asia y América Latina, no obstante, se percibe una clara tendencia.

Porcentaje de empleo en el sector manufacturero en Asia, América Latina y África

Valor añadido real de la fabricación en Asia, América Latina y África

Nota: Cuotas (%) en el empleo y el PIB real por región, medias no ponderadas. Para la agrupación de países individuales por regiones, véase Kruse et al. (2021), cuadro 1.

Fuente: Ilustración de los autores basada en Kruse et al. (2021)

A pesar de esta tendencia alentadora, otro hecho sorprendente que revelan las cifras anteriores es que la industria manufacturera como porcentaje del valor añadido real (PIB) en África subsahariana en realidad disminuyó. Esto nos indica que el crecimiento de la productividad en el sector manufacturero fue inferior al de la economía en su conjunto. De hecho, la productividad de la industria manufacturera en la región apenas mejoró a lo largo de la década de 2010.

Industrialización del empleo por regiones en relación con los años 90

Nota: Este gráfico muestra la diferencia en los porcentajes de empleo en el sector manufacturero en relación con la década de 1990, condicionada por los efectos de los ingresos y la población. Asia avanzada está formada por China, provincia de Taiwán; China, RAE de Hong Kong; Israel, Japón, República de Corea y Singapur. Para las demás agrupaciones de países individuales por regiones, véase Kruse et al. (2021), cuadro 1.

Fuente: Ilustración de los autores basada en Kruse et al. (2021).

Situar estas tendencias de industrialización en el contexto de desarrollo de los países de estas regiones proporciona una valiosa información. La figura anterior presenta las tendencias regionales del empleo en el sector manufacturero que tienen en cuenta las diferencias en el nivel de ingresos y la demografía. Lo más destacable es que se confirman todos los patrones. En promedio, Asia en desarrollo (14 economías) y África subsahariana alcanzaron porcentajes de empleo en el sector manufacturero significativamente más altos en la década de 2010 que los países comparables en la década de 1990. Por el contrario, América Latina y Asia avanzada han experimentado una "desindustrialización del empleo" en las dos últimas décadas.

Sin embargo, estas amplias tendencias regionales se explican por la gran heterogeneidad entre las regiones y son sensibles a la muestra de países considerada. El gráfico siguiente muestra que algunos países de cada región siguieron industrializándose incluso cuando la región en su conjunto se estaba desindustrializando. Por ejemplo, en América Latina, la industria manufacturera se expandió en Bolivia, mientras que en Asia avanzada aumentó en China, provincia de Taiwán. El gráfico también presenta ejemplos de retrocesos en la desindustrialización en Argentina, Bangladés y Ghana para el periodo de 2000 a 2010.

Tendencias del porcentaje de empleo en el sector manufacturero en relación a la década de 1990

Nota: Este gráfico muestra la diferencia en los porcentajes de empleo en el sector manufacturero en relación a la década de 1990, condicionada por los efectos de los ingresos y la población.

Fuente: Ilustración de los autores basada en Kruse et al. (2021).

Nuestro análisis ofrece una imagen completa de las tendencias específicas de cada país acerca del empleo en el sector manufacturero para 51 países desde la década de 1990. Esto nos permite identificar los países que están detrás del resurgimiento de la industria manufacturera. En África subsahariana, son Burkina Faso, Camerún, Kenia, Lesoto, Mozambique y Senegal. En el Asia en desarrollo, los pioneros son Camboya, Indonesia, Sri Lanka, Tailandia y Vietnam. Además, se observa un fuerte desarrollo del sector manufacturero en Bolivia y Turquía.

Esta heterogeneidad en el espacio (regiones) y en el tiempo es importante para interpretar las tendencias regionales más amplias. Nuestros resultados demuestran que la industrialización es posible en todos los continentes y décadas. Por lo tanto, los resultados regionales más amplios no pueden generalizarse para todos los países de una región determinada. Pero esto también plantea cuestiones sobre los mecanismos que subyacen a estos patrones de industrialización.

El papel de las pequeñas empresas manufactureras

Como se ha señalado anteriormente, el empleo en el sector manufacturero de África subsahariana se ha expandido mientras que su productividad ha permanecido constante. Exploramos la naturaleza del resurgimiento de la manufactura para encontrar una explicación a este patrón particular.

Por un lado, debemos distinguir entre pequeñas y grandes empresas. Las grandes empresas modernas tienden a ser más productivas que las pequeñas, en parte porque se benefician de las economías de escala, produciendo más bienes a menor costo de los insumos. Parece que las empresas más pequeñas han sido las principales responsables del resurgimiento industrial de África subsahariana, contratando trabajadores para producir bienes relativamente sencillos como alimentos procesados, ropa y productos de madera para satisfacer la creciente demanda de los consumidores nacionales.10 Esto difiere de la experiencia manufacturera de Asia Oriental, que fue impulsada por las exportaciones. En busca de salarios más bajos, algunas actividades manufactureras se han trasladado de China a países como Etiopía.11 Sin embargo, es discutible hasta qué punto la llegada de los "gansos voladores" de la producción manufacturera de bajo costo ha impulsado realmente la tendencia general de África subsahariana hacia una mayor industrialización.

Por otra parte, el reciente crecimiento de la industria manufacturera en África subsahariana ha servido principalmente a los mercados nacionales, no a los de exportación, lo que implica que este crecimiento no depende de la demanda de otros países. En el contexto de la actual crisis económica mundial, esto se reflejó en el hecho de que las exportaciones de productos básicos del África subsahariana se vieron más afectadas que las exportaciones de manufacturas, lo que se vio claramente ilustrado por el colapso de los precios del petróleo en 2020 (que desde entonces se han recuperado).12 La recién creada Área Continental Africana de Libre Comercio podría impulsar el comercio regional de productos manufacturados en los próximos años. En general, el resurgimiento de las manufacturas en la región parece ser relativamente resiliente.

Arthur Lewis, economista galardonado con el Premio Nobel, señaló en 1979 que "la expansión de la actividad a pequeña escala en el sector moderno es una parte importante del proceso de desarrollo [...], que satisface necesidades genuinas del mercado y proporciona mucho empleo en el proceso".13 África subsahariana ha llegado a esta primera fase de industrialización que se basa en pequeñas empresas manufactureras que producen bienes con gran intensidad de mano de obra para ampliar el mercado interno. En consecuencia, se están empleando grandes cantidades de trabajadores poco calificados liberados del sector agrícola, sector que es cada vez más productivo.

El camino a seguir

El futuro de este resurgimiento de la industria manufacturera depende de la capacidad de los países del África subsahariana para ampliar la producción manufacturera más allá de sus mercados nacionales. El comercio internacional fomenta el crecimiento de la productividad al desbloquear el potencial para explotar las economías de escala y aprovechar los bajos niveles salariales. Por último, la participación en las cadenas globales de valor fomenta la difusión de conocimientos y la implementación de nuevas tecnologías; sin embargo, en el caso del África subsahariana, la atención debe centrarse, por ahora, en las actividades intensivas en mano de obra, no en las intensivas en calificación. Hay algunos datos recientes prometedores sobre empresas manufactureras altamente productivas e internacionalmente competitivas en Tanzania y Etiopía, lo que indica que África subsahariana es capaz de alcanzar el desarrollo industrial. Por lo tanto, los gobiernos deben crear un entorno propicio para que las empresas absorban la mano de obra joven de África en el proceso de desarrollo.

  • Hagen Kruse is PhD researcher at the University of Groningen.
  • Emmanuel Mensah is Postdoctoral Researcher in Development Economics at the University of Groningen.
  • Kunal Sen is Director of the United Nations University World Institute for Development Economics Research (UNU-WIDER) and Professor of Development Economics in the Global Development Institute at the University of Manchester.
  • Gaaitzen de Vries is associate professor at the department of Global Economics and Management of the University of Groningen and special term visiting professor of Global Value Chains at the University of International Business and Economics in Beijing.

Descargo de responsabilidad: Las opiniones expresadas en este artículo son las de los autores, basadas en su experiencia y en investigaciones previas, y no reflejan necesariamente las opiniones de la ONUDI (leer más).

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