Es necesario un progreso sustancial en los indicadores específicos de industrialización sostenible.

La pandemia de coronavirus no ha alterado fundamentalmente las megatendencias anteriores a la pandemia, sino que ha acelerado algunas.

El hidrógeno verde es la clave de la descarbonización y puede actuar como catalizador del desarrollo industrial.

A medida que las empresas europeas se plantean acercar sus operaciones globales a su país, la región de los Balcanes Occidentales puede beneficiarse de ello.

Los países en desarrollo pueden utilizar las políticas espaciales para reducir su huella ecológica y, al mismo tiempo, aumentar su competitividad.

La posibilidad de volver a producir localmente depende de manera fundamental de los ecosistemas locales de innovación.

Los elevados costos de la mano de obra y el capital en la región suponen un serio reto para su competitividad.