Singapore
Gardens by the Bay en Singapur. (Imagen:@chuttersnap vía Unsplash)

La economía circular: de los residuos a los recursos a través del comercio internacional

El avance de la agenda global de la economía circular requiere comprender sus vínculos con otras dimensiones del sistema de producción global.

Por Manuel Albaladejo, Nanno Mulder, Paula Mirazo, Ixchel Mugica Jauregi

La economía circular pretende desvincular el crecimiento económico del consumo de recursos finitos reduciendo los residuos y los desechos, en parte reinsertándolos en los procesos de producción. El comercio internacional puede desempeñar un papel clave en este proceso. Para avanzar en la agenda de la economía circular mundial es necesario comprender sus vínculos con otras dimensiones del sistema de producción mundial. El comercio internacional puede desempeñar un papel central en la aceleración de esta transición, especialmente en lo que se refiere al fomento de las economías de escala, el aprovechamiento de la inversión extranjera directa (IED) y la promoción de la innovación y el desarrollo tecnológico.

Varios flujos comerciales pueden estar directamente vinculados a diferentes estrategias de circularidad. Entre ellos se encuentra el comercio de materias primas secundarias, de residuos y chatarra para su recuperación, de bienes para su reacondicionamiento y refabricación, de bienes de segunda mano y de servicios.1 El comercio relacionado con la economía circular puede ayudar a diversificar la canasta de exportaciones de un país y, al mismo tiempo, crear economías de escala, lo que hace que dicho comercio sea una opción más viable.2 Las iniciativas de minería urbana, por ejemplo, mejoran el manejo de los residuos electrónicos al tiempo que crean valor a partir de los metales recuperados. Del mismo modo, las economías basadas en la agricultura pueden utilizar los residuos y subproductos orgánicos para producir biofertilizantes o bioestimulantes, cerrando así los circuitos biológicos y generando simultáneamente nuevas fuentes de ingresos.

Además, la difuminación de las fronteras entre el mundo físico y el digital refuerza los vínculos entre la economía circular y el comercio internacional. En este contexto, el comercio de servicios asume un papel cada vez más importante,3 no solo en los servicios que tradicionalmente entran en el ámbito de la economía circular, como el diseño ecológico, la investigación y el desarrollo y el mantenimiento de reparaciones, sino también en aquellos servicios que surgen de los modelos de negocios circulares innovadores que permite la cuarta revolución industrial. Las tecnologías de la Industria 4.0 promueven la desmaterialización de los productos y nuevas formas de concebir la propiedad, como los esquemas de producto como servicio y las plataformas de uso compartido de productos, con el fin último de lograr patrones de consumo y producción más sostenibles, lo que se encuentra en el centro del Objetivo de Desarrollo Sostenible 12.

Los flujos comerciales de residuos pueden servir como recursos valiosos para la producción

El comercio internacional de residuos industriales ha crecido más rápido que el comercio total (8,8% frente al 7,0%, respectivamente, por año en promedio entre 2002 y 2019). Dentro de un sistema de producción lineal, el creciente comercio de chatarra y residuos no valiosos agrava el daño ambiental y puede representar prácticas comerciales desleales, como el dumping de textiles y prendas de vestir de las regiones desarrolladas a las regiones en desarrollo, que suelen tener una normativa más débil. Sin embargo, el aumento de los flujos comerciales de residuos industriales puede representar una oportunidad para la economía circular en la medida en que estos materiales pueden ser un insumo valioso para los procesos de producción en otros países. La dinámica del comercio de chatarra y residuos revela la urgente necesidad de transformar estos flujos en recursos valiosos para la producción mediante la adopción de prácticas de circularidad, tecnología, economías de escala y normativas.

La Unión Europea (UE) y América del Norte son los principales exportadores de residuos del mundo (primera figura abajo), mientras que la UE y Asia son los mayores importadores (segunda figura abajo). No todos los residuos se trasladan de regiones desarrolladas a regiones en desarrollo "de forma lineal", ya que los grupos de comercio de residuos dependen de "rutas comerciales, logística inversa, proximidad geográfica o de acuerdos comerciales".4 Las regiones que dependen en gran medida de la exportación de recursos primarios, como América Latina y el Caribe, podrían beneficiarse de la creación de centros o circuitos regionales de valorización de materiales, reforzando la resistencia de sus cadenas de valor.5

Participación en las exportaciones mundiales de residuos en valor

Nota: Regiones seleccionadas, 2002-2003, 2011-2012 y 2017-2018 (porcentajes).

Fuente: Mulder, Nanno; Albaladejo, Manuel; Mo, Macarena; Olmos, Ximena; Macarena; Dante, Patricia y Mirazo, Paula. International Trade and the Circular Economy in Latin America and the Caribbean. Inclusive and Sustainable Industrial Development Working Paper Series 3/2021. CEPAL-ONUDI: Viena.

Participación en las importaciones mundiales de residuos en valor

Nota: Regiones seleccionadas, 2002-2003, 2011-2012 y 2017-2018 (porcentajes).

Fuente: Mulder, Nanno; Albaladejo, Manuel; Mo, Macarena; Olmos, Ximena; Macarena; Dante, Patricia y Mirazo, Paula. International Trade and the Circular Economy in Latin America and the Caribbean. Inclusive and Sustainable Industrial Development Working Paper Series 3/2021. CEPAL-ONUDI: Viena.

Los minerales y los metales representaron el 78% de los residuos comercializados a nivel mundial, mientras que el resto correspondió a otros tipos de residuos (figura siguiente). Esta concentración refleja las elevadas tasas de reciclaje y captura de valor de estos productos en comparación con otros tipos de residuos.

Porcentaje medio de las exportaciones mundiales de residuos industriales (2002-2019)

Nota: Residuos industriales por categoría.

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de UN COMTRADE.

El comercio mundial de todos los tipos de residuos mostró un crecimiento positivo entre 2002 y 2019 (figura siguiente), lo que demuestra que existe un mercado para estos productos.

Tasas de crecimiento medio anual de los residuos industriales (2002-2019)

Nota: Residuos industriales por categoría.

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de UN COMTRADE.

Algunas industrias tienen un mayor potencial de circularidad que otras, lo que implica que los materiales secundarios no pueden sustituir a la producción primaria en su totalidad.6 Por lo tanto, se debe desincentivar la producción y el consumo de bienes con un bajo potencial de reciclabilidad. Además, algunos flujos comerciales relacionados con la economía circular no pueden contabilizarse con precisión en las estadísticas comerciales debido a la falta de líneas arancelarias para los bienes "renovados", "remanufacturados" o "usados". Por lo tanto, la magnitud de los flujos comerciales relacionados con la economía circular está subestimada.

Las políticas comerciales deben incluir principios y objetivos de circularidad

Entre 2009 y 2017, la OMC identificó 370 medidas comerciales relacionadas con los objetivos de la economía circular, centradas principalmente en el reciclaje.7 En general, las políticas comerciales y las agendas nacionales de economía circular se cruzan en las mejoras medioambientales. Las estrategias aplicadas y propuestas por los países miembros de la OMC dependen de su nivel de desarrollo. Muchos países desarrollados están promoviendo el cambio a modelos verdes y circulares, mientras que los países en desarrollo han adoptado medidas defensivas que se centran principalmente en las importaciones, como la prohibición del comercio de residuos.8 Algunas acciones de las regiones desarrolladas, como la estrategia "de la granja a la mesa" de la UE, pueden suponer retos y barreras comerciales para el Sur Global. Por lo tanto, las regiones en desarrollo deben tener visión de futuro e implementar políticas proactivas que faciliten el acceso a los mercados exigentes, al tiempo que aumentan el valor añadido y la competitividad de las industrias locales.

El comercio debe integrarse en los diferentes instrumentos relacionados con la economía circular, de ahí que las políticas comerciales desempeñen un papel fundamental en el impulso de la agenda de la circularidad. De este modo, se potenciarían las estrategias de comercio sostenible en consonancia con los perfiles de exportación de los países y las exigencias medioambientales de los socios comerciales. El éxito de la transición hacia la economía circular requiere políticas coherentes que abarquen ámbitos como el comercio, la fabricación y la innovación.

El alcance del comercio de bienes circulares depende en parte de las concesiones mutuas entre incentivos y desincentivos

Hay varios factores que frenan la posible contribución del comercio internacional a la economía circular. Entre ellos, la falta de definiciones acordadas, normas comunes y clasificaciones comerciales imprecisas. Además, las barreras técnicas y las normativas limitan la comerciabilidad y la valorización de determinados bienes relacionados con la economía circular. En este contexto, los instrumentos comerciales específicos, como la fijación de precios dinámicos (basados en la huella de carbono), o las certificaciones y normas que incorporan los principios de la circularidad podrían impulsar el potencial del nexo entre economía circular y comercio.

Entre los ámbitos de investigación pertinentes sobre la intersección entre el comercio y la economía circular figuran el comercio de residuos y chatarra; el papel de las distintas regiones en los mercados de materias primas secundarias; las mejores prácticas de gobernanza y el papel del comercio para facilitar la transición hacia la economía circular.

El alcance del comercio de bienes circulares depende en parte de las concesiones mutuas entre los incentivos (economías de escala, ventaja comparativa, tecnología) y los desincentivos (huella de carbono, oportunidades perdidas para las industrias locales). En este contexto, los nuevos modelos de gobernanza, los sistemas de cooperación internacional y las tecnologías de la Cuarta Revolución Industrial podrían contribuir a aumentar la trazabilidad y la transparencia del comercio de residuos y, por tanto, a promover una transición circular orientada a los ODS.

  • Manuel Albaladejo es Representante de la ONUDI para Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay.
  • Nanno Mulder is Chief of the International Trade Unit at the United Nations Economic Commission for Latin America and the Caribbean (ECLAC). 
  • Paula Mirazo es Asistente de Investigación en Transformación Económica e Industrialización en la Oficina Regional de la ONUDI en Uruguay.
  • Ixchel Mugica Jauregi is Trade Analyst at the Basque Trade and Investment Agency.

Descargo de responsabilidad: Las opiniones expresadas en este artículo son las de los autores, basadas en su experiencia y en investigaciones previas, y no reflejan necesariamente las opiniones de la ONUDI (leer más).

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