Trayectorias divergentes en el crecimiento del empleo en las cadenas de valor mundiales

El cambio estructural, un proceso en el que los recursos se desplazan de las actividades menos a las más productivas, ha sido históricamente un motor de crecimiento económico y desarrollo. La transformación estructural ha tenido éxito en Asia en particular, pero más recientemente también en el África subsahariana. Se dice que un importante motor subyacente de esta tendencia es la participación de un país en las cadenas de valor mundiales (CVM) porque son un vehículo para la transferencia de tecnología y facilitan el acceso a los mercados de exportación y a insumos más sofisticados, aumentando así la productividad y la escala de producción del país12. Sin embargo, sigue debatiéndose si una mayor participación en las CVM conduce a una mayor creación del empleo. Un aspecto que preocupa especialmente es el hecho de que las tecnologías de producción utilizadas en las CVM tengan un sesgo en contra de la mano de obra no cualificada, es decir, que dichas tecnologías aumenten la productividad del trabajo pero reduzcan la demanda de mano de obra. Por ejemplo, las tecnologías de producción utilizadas en las CVM modernas pueden requerir un alto grado de precisión para mantener los estándares de calidad que sólo pueden lograrse a través de una producción automatizada y de gran intensidad de capital, con poca utilidad para la amplia mano de obra no cualificada de los países en desarrollo3. Evidencia reciente de Tanzania y Etiopía a nivel de empresas confirma que la productividad de las grandes empresas -que suelen participar en las exportaciones y en las CVM- sí aumenta, pero que su contribución al crecimiento del empleo es prácticamente nula. 

El gráfico siguiente ilustra esta tendencia basándose en un conjunto más amplio de países: el crecimiento del número de puestos de trabajo en las CVM no está correlacionado con un aumento de la productividad en las actividades de las CVM. China y Vietnam son ejemplos bien conocidos de países que han conseguido combinar un rápido crecimiento de la productividad (valor añadido por puesto de trabajo en las CVM) con un elevado crecimiento del empleo. Otros países, como Rumanía la Federación Rusa, y Senegal, por el contrario, experimentaron un rápido crecimiento de la productividad pero un crecimiento negativo del empleo. 

¿Por qué los países experimentan trayectorias tan divergentes? En este artículo, que se basa en nuestro próximo documento en la Revista Económica del Banco Mundial,4 utilizamos un método contable para responder a esta pregunta. Descomponemos el aumento de los puestos de trabajo de las CVM de un país (puestos de trabajo asociados a la exportación y el consumo de bienes en el extranjero) entre 2000 y 2014 en tres componentes: (i) el crecimiento de la demanda de productos de las CVM por parte de los mercados de consumo relevantes; (ii) el aumento de las actividades de producción de un país en las CVM medido por su cuota (de valor añadido) en las CVM, y (iii) el aumento de la intensidad de la mano de obra de las actividades de producción de un país en las CVM. Mientras que los primeros dos componentes determinan la escala de la producción de las CVM, el último frena la demanda de empleo resultante.

Nuestra principal conclusión es que una menor intensidad de mano de obra en las actividades de producción de las CVM coincide con un aumento de la cuota de valor añadido en las actividades de las CVM, lo que implica que, a medida que aumenta la productividad de un país, éste completa más etapas de producción en las CVM, lo que es coherente con los datos a nivel de empresa5. Sin embargo, existen notables desviaciones de esta tendencia general. 

Trayectorias de crecimiento del empleo según la especialización del mercado de consumo y la proporción de actividades de producción de las CVM

Existen dos características fundamentales de las CVM. La primera es que abarcan varios países y, la segunda, que el destino directo de las exportaciones no suele ser el mercado de consumo final. La importancia de estos vínculos entre países fue muy relevante en el contexto de la crisis financiera de 2008/20096 y durante los cierres inducidos por COVID-19. Por lo tanto, no es de extrañar que, a largo plazo, los patrones divergentes de crecimiento del gasto en los mercados de consumo también tuvieran un impacto sustancial en las trayectorias de crecimiento del empleo de los países.

El siguiente gráfico muestra que México y Bangladesh se han beneficiado muy poco del crecimiento de la demanda mundial. Esto es atribuible a la dependencia de México de América del Norte y a la dependencia de Bangladesh de las exportaciones destinadas al consumo de textiles en Europa; tanto América del Norte como Europa sólo crecieron lentamente entre 2000 y 2014. Vietnam, en cambio, se benefició mucho más del aumento de la demanda mundial debido a sus diversos vínculos. La proporción de empleos de la CVM de Vietnam depende casi por igual de América del Norte, Europa, Asia (incluida China) y el resto del mundo. Los tres países del África subsahariana en nuestra muestra, que tienen una mayor dependencia de África y Asia y una baja dependencia de América del Norte, se beneficiaron aún más del aumento de la demanda mundial. 

La mayor variación, sin embargo, surge del aumento de las cuotas del valor añadido en las CVM, es decir, la cuota de valor añadido de un país en relación con la de todos los demás países que participan en la misma cadena. La contribución de Senegal fue, de hecho, negativa, es decir, el valor añadido de otros países que participan en las mismas CVM aumentó en relación con el de Senegal. Los trabajadores de esos otros países han empezado a ganar salarios más altos o están completando etapas de producción adicionales en las CVM correspondientes, como por ejemplo, añadiendo actividades de procesamiento a la cosecha en las CVM agroalimentarias. La cuota de valor añadido de Senegal en las CVM alimentarias se redujo considerablemente, perdiendo tanto en los mercados de consumo tradicionales de Europa como en las CVM de rápido crecimiento de China e India. Vietnam y Bangladesh, por el contrario, consiguieron aumentar su cuota de valor añadido en las CVM. Aunque Bangladesh se especializó en las CVM de textiles de crecimiento relativamente lento para los consumidores europeos, experimentó un rápido crecimiento del empleo debido a su capacidad para captar cuotas crecientes precisamente en esas CVM. Vietnam captó cuotas crecientes en todos los ámbitos: entró en muchas actividades manufactureras nuevas en las CVM junto con actividades agrícolas más tradicionales. Por ejemplo, su cuota de valor añadido en el sector textil destinado al mercado estadounidense se cuadruplicó y Vietnam realizó avances similares en las CVM de la electrónica. Esta evolución positiva no se limitó sólo a Asia; Etiopía también observó fuertes aumentos en sus cuotas de valor añadido. Aunque la variación fue grande, es importante señalar que las cuotas relativas de valor añadido en las CVM aumentaron en los 25 países en desarrollo incluidos en nuestra muestra (con la excepción de Senegal) a costa de los países más desarrollados (es decir, los países de Europa Occidental, Norteamérica y Japón). Esta conclusión pone de manifiesto que los países en desarrollo aumentaron sus actividades en las CVM, aunque a diferentes velocidades, lo que pone en duda la idea de que el éxito de China en el sector manufacturero ha dejado poco margen para que otros países en desarrollo se integren en las CVM7.

El crecimiento de la productividad y la expansión de las actividades de producción de las CVM suelen ir de la mano

La productividad aumentó en todos los países a lo largo del tiempo a medida que disminuía la mano de obra necesaria por unidad de producto en la producción de las CVM. Este aumento de la productividad modera el crecimiento del empleo para un determinado crecimiento de la demanda, como se ilustra en la figura anterior. Al mismo tiempo, un aumento de la productividad del trabajo puede dar lugar a un aumento de los salarios a medio y largo plazo. Además, puede dar lugar a la captación de mayores cuotas de valor añadido en las CVM, como se indica en Chor et al. (2021). Esta relación está influida por fuerzas opuestas. Con el tiempo, los países pueden seguir su ventaja comparativa (estática) centrándose en sus etapas más productivas de la cadena, mientras abandonan las etapas menos productivas (no esenciales). La deslocalización de las actividades no esenciales se traducirá, ceteris paribus, en una correlación negativa entre el crecimiento de la productividad y la cuota de valor añadido en las CVM. Por otra parte, la mejora de la productividad en un país puede hacer que bajen los costes de producción en relación con otros países que son competidores potenciales en la cadena. Esto aumentará la demanda de la producción del país a medida que las empresas líderes de las CVM sustituyan los insumos por otros más baratos, lo que dará lugar a una correlación positiva entre la productividad y la cuota de valor añadido en las CVM.

De acuerdo con esto último, el siguiente gráfico presenta una correlación positiva entre ambos, que se confirma en posteriores análisis econométricos.8 Los países con mayores mejoras en la productividad también captan cuotas crecientes de valor añadido en las CVM. Este resultado entre países es coherente con las pruebas a nivel de empresa de China9.

Sin embargo, es importante señalar que las desviaciones sustanciales de esta tendencia general no son inusuales, lo que puede explicarse en parte por la especialización de los países en las CVM. Las CVM de los alimentos, los textiles y la madera se caracterizan por una correlación mucho más débil entre el crecimiento de la productividad y el aumento de las cuotas de valor añadido en las CVM. Lo contrario ocurre con la maquinaria, los equipos eléctricos, los vehículos de motor y los ordenadores. Los países de renta baja y menos desarrollados tienden a especializarse en el primer conjunto de la CVM, lo que dificulta el potencial de crecimiento simultáneo de la productividad y el empleo. Senegal lo ejemplifica con su fuerte especialización en alimentos y textiles, que se asocia con un crecimiento limitado de la cuota de valor añadido en las CVM y un crecimiento general negativo del empleo.

¿Compañías de valor global para el crecimiento del empleo en las actividades productivas?

Existe un evidente potencial de crecimiento de la productividad mediante la incorporación de los trabajadores a las CVM. Los empleos en las CVM son más productivos y a menudo experimentan un rápido crecimiento de la productividad. Los países que consiguen aumentar su participación en las CVM y, por tanto, su nivel de empleo, lo hacen mejorando concomitantemente su productividad y su cuota de valor añadido en las CVM. En consecuencia, el crecimiento del empleo en las CVM parece reflejar la mejora general de la capacidad de producción de un país10. El desarrollo de las capacidades en los sectores anteriores, como los servicios auxiliares, puede ser una palanca importante para fomentar la competitividad en las CVM11. Para ello, es necesario centrarse en los factores que impulsan el desarrollo y la mejora de las capacidades en las empresas, incluidos los mercados de insumos y productos, así como los canales de aprendizaje.12. En términos más prácticos, una vía prometedora podría ser centrarse en el emparejamiento de las empresas locales (en la fase inicial) con, por ejemplo, empresas extranjeras de mayor tamaño que puedan proporcionar el tipo de formación necesario o en la focalización de capacidades organizativas y de gestión específicas. 

Un segundo factor relacionado con las políticas son las condiciones en las que tiene lugar la producción de las CVM y qué tipo de CVM fomentan los puestos de trabajo productivos, es decir, identificar las condiciones propicias. En este artículo se ha destacado la especialización a nivel sectorial y los patrones del mercado final, pero es necesario comprender mejor la dinámica de la productividad, la escala y la naturaleza sesgada de la mejora tecnológica en las CVM. Esto incluye nuevos estudios sobre la gobernanza y la durabilidad de las relaciones entre empresas y los flujos asociados de insumos, conocimientos (intangibles) y tecnologías1314 junto con los análisis macro.

Este artículo se basa en Pahl, S., Timmer, M.P., Gouma, R., Woltjer, P.J. (2022). Jobs and Productivity Growth in Global Value Chains: New Evidence for Twenty-five Low- and Middle-Income Countries. De próxima aparición en World Bank Economic Review.