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Ciudad Universitaria de Pedra Branca, Brasil. (Imagen:Joao Vitor Marcilio vía Unsplash)  

Cómo las inversiones extranjeras pueden impulsar los esfuerzos hacia una recuperación ecológica

Nuevos datos de una encuesta muestran una estabilización de las perspectivas de los inversores y una mayor atención a la sostenibilidad medioambiental.

Por Abhishek Saurav, Peter Kusek, Brody Viney, Ryan Kuo

Las perspectivas de la inversión extranjera comienzan a mejorar tras más de un año de los conmociones económicos agudos causados por el COVID-19. La pandemia ha tenido un grave impacto en la producción y el comercio, y ha hecho que los flujos mundiales de inversión extranjera directa (IED) se desplomen más de un 40%. Aunque el comercio mundial se recuperó en el segundo semestre de 2020, la IED continuó debilitada. Sin embargo, con la previsión de que la economía mundial crezca un 4% en 2021, los inversores extranjeros pueden estar preparados para planificar una futura expansión, con cautela.

La encuesta del Banco Mundial Global Pulse Survey de las empresas multinacionales (EMN) ha hecho un seguimiento de cómo las EMN1  que operan en los países en desarrollo han experimentado y respondido a la crisis. Las EMN son las principales empresas de las cadenas globales de valor, y son responsables de tanto como el 80% del comercio mundial. En 2019, las EMN representaron un tercio de la producción mundial del sector privado y emplearon a unos 80 millones de personas, entre ellas muchas que viven en países en desarrollo. A medida que los países comienzan a avanzar hacia la recuperación, la inversión extranjera de las EMN tiene el potencial de desempeñar un papel importante en la creación de empleo y en el impulso de la productividad.

Los resultados de la última encuesta Pulse Survey indican una estabilización de las perspectivas de inversión de las EMN en comparación con rondas anteriores de la encuesta en 2020.2 Tres cuartas partes de los encuestados en el cuarto trimestre3 (octubre-diciembre de 2020) esperaban mantener su nivel actual de inversión, y muy pocos preveían reducirla. Las empresas multinacionales también informaron que los planes de reorganización de las ubicaciones de sus inversiones, los modelos empresariales o las estructuras de la cadena de suministro eran limitados. No obstante, la pandemia ha dado paso a un periodo de cambios trascendentales, ya que muchas empresas declararon que su uso de la tecnología ha aumentado y que su atención a la sostenibilidad medioambiental se ha intensificado desde el estallido de la crisis.

Sigue existiendo una gran incertidumbre sobre el curso de la recuperación económica. La IED tiene el potencial de apoyar la recuperación creando puestos de trabajo e impulsando la productividad. Sin embargo, para aprovechar este potencial, los países deben contar con políticas de IED adecuadas que mejoren su competitividad y den a las empresas la confianza necesaria para invertir en ellos.

Estabilización de la inversión extranjera directa

Tras un fuerte descenso de la IED en 2020, los inversores siguen esperando en el banquillo. Los datos de la IED indican que la cartera de inversiones en nuevas instalaciones es limitada. El valor de los anuncios de IED en nuevas instalaciones en los países en desarrollo se desplomó en 2020, y se mantuvo más de un 50% por debajo de los niveles de 2019 en el cuarto trimestre.

El descenso de la inversión no debería sorprender, dadas las importantes perturbaciones e impactos en las utilidades que las empresas han experimentado a lo largo de 2020. A pesar de una mejora general gradual, la encuesta reveló que los efectos adversos de la pandemia seguían siendo palpables en el cuarto trimestre de 2020, con más del 90% de los encuestados informando que al menos una de las dimensiones del negocio de su empresa (como los ingresos, la productividad de la mano de obra o la fiabilidad de la cadena de suministro) se había visto afectada negativamente.

Porcentaje de filiales de EMN en países en desarrollo que informan de cualquier impacto adverso en relación con el mismo trimestre de 2019

Fuente: MNE Pulse Surveys del Banco Mundial. N=305 para el tercer trimestre y N=329 para el cuarto.

Sin embargo, los datos de la encuesta también indican que las perspectivas a corto plazo de la inversión extranjera se están estabilizando. En la anterior ronda de encuestas4 (tercer trimestre de 2020), el 39% de los encuestados afirmó que su empresa matriz tenía previsto invertir menos. En la ronda más reciente, este porcentaje era solo de alrededor del 1%, lo que sugiere que las anteriores perspectivas negativas de las EMN pueden haber sido impulsadas por los planes de inversión a corto plazo.

No obstante, solo unas pocas filiales de EMN tienen previsto ampliar sus inversiones en los próximos uno a tres años. Tres cuartas partes de las empresas informaron que se esperaba que los niveles de inversión se mantuvieran igual (frente al 46% en el tercer trimestre), mientras que el 17% preveía que las inversiones aumentaran (un ligero aumento frente al 13% en el tercer trimestre).

Planes futuros de inversión de las filiales de las EMN en el país en desarrollo anfitrión

Nota: Por trimestre de respuesta a la encuesta.

Fuente: MNE Pulse Surveys del Banco Mundial. N=305 para el tercer trimestre y N=329 para el cuarto.

Las políticas, el crecimiento y los costos siguen siendo la clave de la competitividad

De cara al futuro, uno de los principales retos para los países será qué medidas tomar para reforzar su competitividad y atraer nuevas inversiones que apoyen su recuperación. En este sentido, los datos de las encuestas confirman lo que la literatura ha demostrado sistemáticamente: Las políticas en materia de IED desempeñan un papel crucial en la configuración del atractivo de los países como destinos de inversión. Entre las filiales de las EMN que esperan que sus empresas matrices inviertan más en la economía anfitriona en los próximos años, el 86% declaró que los cambios esperados o realizados en el entorno de la política de inversión del país eran un motor de su plan de expansión.

Porcentaje de EMN que cita los principales factores de decisión para cambiar su nivel de inversión en el país en desarrollo anfitrión en el cuarto trimestre de 2020

Nota: Entre los encuestados que esperan que la inversión aumente.

Fuente: Encuesta MNE Pulse del Banco Mundial. N=56.

Dado que se prevé que las perspectivas de recuperación mundial sean desiguales, las EMN también se ven impulsadas a desplazarse hacia países que ofrecen mercados más grandes u oportunidades de crecimiento más rápidas. Tres cuartas partes de los encuestados mencionaron esto como su motivación para ampliar sus inversiones. La competitividad de los costos de las economías anfitrionas también sigue siendo un importante motor de los planes de inversión de las EMN, ya que más de la mitad de los encuestados lo mencionan como su motivación para aumentar la inversión. Algunas decisiones de inversión están motivadas, en menor medida, por la diversificación de las ubicaciones de producción y los ajustes en las cadenas de valor mundiales orientados a la relocalización o al traslado de la producción a un país más cercano al país de origen de la empresa matriz.

Las perspectivas a corto plazo de las inversiones extranjeras pueden estabilizarse, pero seguirán siendo muy competitivas. Por lo tanto, los países deberían aprovechar la crisis de COVID-19 como una oportunidad para reformar sus políticas comerciales y de inversión, e impulsar la confianza de los inversores a fin de atraer el capital de inversión extranjero necesario para apuntalar su recuperación.

Adopción de tecnología y creciente atención a la sostenibilidad

Para adaptarse a los desafíos creados por la pandemia, la gran mayoría de los encuestados (91%) reportó un mayor uso de herramientas digitales de empresa a cliente (B2C), como el comercio electrónico y la participación digital. La mayoría de las empresas (88%) también citan un mayor uso de herramientas de administración digital, ya sea para apoyar al personal que trabaja a distancia o para gestionar y supervisar las cadenas de suministro. Estas conclusiones coinciden con los resultados de las rondas anteriores de la encuesta MNE Pulse Survey, y se observa que la incidencia de la adopción de tecnología ha aumentado a lo largo del año.

La creciente atención mundial a la sostenibilidad, la amenaza del cambio climático y la necesidad de una "recuperación verde" han convivido con la pandemia. En consecuencia, aproximadamente tres cuartas partes de las filiales de las EMN declararon haber tomado medidas para aumentar la sostenibilidad y descarbonizar sus productos y servicios. La atención a la sostenibilidad fue especialmente frecuente en la industria manufacturera. Esto sugiere una aceleración de la concienciación sobre el cambio climático entre las empresas de sectores que suelen ser intensivos en carbono.

Porcentaje de EMN que citan cambios en las estrategias de tecnología y sostenibilidad desde el brote de la COVID-19

Fuente: Encuesta MNE Pulse del Banco Mundial.

Apoyar una recuperación verde, inclusiva y resiliente impulsada por el sector privado requerirá importantes inversiones en todas las formas de capital, así como la transferencia de soluciones tecnológicas. Esto implica un papel crucial para la IED, que suele ser la mayor fuente de capital externo para los países en desarrollo y permite la transferencia de tecnologías. Las políticas de IED, que son competencia de los gobiernos, serán importantes para facilitar las inversiones del sector privado que contribuyan a un crecimiento ambientalmente sostenible y a la transformación económica para una recuperación sólida y resiliente.

  • Abhishek Saurav is Senior Economist at the World Bank Group.
  • Peter Kusek is Senior Economist and Lead for Applied Research at the World Bank Group.
  • Brody Viney is Consultant at the World Bank Group.
  • Ryan Kuo is Consultant at the World Bank Group.

Descargo de responsabilidad: Las opiniones expresadas en este artículo son las de los autores, basadas en su experiencia y en investigaciones previas, y no reflejan necesariamente las opiniones de la ONUDI (leer más).

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