Bilbao
El Teatro Arriaga en Bilbao, País Vasco, España (Imagen: ipolly80 via Envato)

¿Está la Industria 4.0 impulsando la relocalización de la actividad manufacturera?

La posibilidad de volver a producir localmente depende de manera fundamental de los ecosistemas locales de innovación.

Por Bart Kamp, James Wilson

La COVID-19 ha llevado a muchos analistas y políticos a abogar por la reconstrucción de las cadenas de suministro regionales.1 Sin embargo, hay que hacer una sutil pero importante distinción entre los esfuerzos por mejorar la seguridad de la cadena de suministro, mediante un refuerzo de las opciones de abastecimiento local existentes y  tratar de fomentar el retorno de las actividades industriales que antes se trasladaban al extranjero (relocalización). En este artículo, reflexionamos específicamente sobre el potencial de relocalización tras la pandemia de COVID-19.

A medida que las economías se internacionalizan, la inversión extranjera directa (IED), en forma de plantas de producción en el extranjero, comienza a formar parte del juego, y, a menudo con el tiempo, las fábricas relevantes se integran en su entorno extranjero. Desde una perspectiva de producción y ventas, esto significa que acaban desarrollando una simbiosis con su entorno.

Por ejemplo, en el País Vasco, las aperturas de plantas en el extranjero por parte de las empresas vascas han crecido mucho más rápido (7,5% al año) desde la crisis financiera de 2008 que las exportaciones (3,3% al año). El constante crecimiento del número de lugares de producción en el extranjero sugiere que las empresas vascas, una vez abiertas, rara vez cierran sus plantas de producción extranjeras. Por consiguiente, antes de la pandemia no había señales claras de la existencia de estrategias de relocalización.

Evolución de las exportaciones vascas y localización de plantas de producción en el extranjero

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de SPRI y de empresas vascas internacionalizadas.

Esta fue también la conclusión de un estudio de 20192 basado en una encuesta a empresas vascas con centros de producción en el extranjero, que manifestaba que la relocalización es un fenómeno poco frecuente.

Asimismo, al examinar la totalidad de las actividades productivas vascas en el extranjero, resulta que solo un 2% de todas las plantas de producción en el extranjero establecidas por empresas vascas han sido objeto de relocalización, y solo un 4% de todas las empresas vascas con plantas de producción en el extranjero han tomado decisiones de relocalización.

Los académicos han señalado diferentes tipos de impulsores o catalizadores detrás de las decisiones de relocalización. En primer lugar, existe un desajuste entre los productos que produce una planta de fabricación en el extranjero y las especificidades de la demanda de los mercados circundantes a los que se supone que sirve.3 En segundo lugar, las ubicaciones en el extranjero pierden su ventaja de costos debido al aumento de los costos de la mano de obra in situ y/o a la mayor tasa de implementación de nuevas tecnologías en las ubicaciones de alto costo.4 En tercer lugar, existe una creciente desventaja de calidad y servicio (de entrega) para los centros de producción en el extranjero que están situados lejos de los mercados finales a los que entregan.5 En cuarto lugar, existe un aspecto "hecho en" relacionado con los productos manufacturados del que las clientas y los clientes son cada vez más conscientes/sensibles.6

El papel de la tecnología debería ser clave, en particular en relación con los puntos dos y tres. Por lo tanto, en la era actual de la transformación digital y la fabricación avanzada, parece pertinente evaluar si la implementación de las tecnologías de la Industria 4.0 influye en la disposición de las empresas hacia la relocalización.

¿Qué podemos aprender de las empresas que participaron en el mencionado estudio vasco sobre el rol de las tecnologías en las decisiones de relocalización? ¿Y es probable que esas lecciones sigan siendo válidas tras la pandemia del COVID-19?

En general, las empresas encuestadas coincidieron en que en los lugares con elevados costos de mano de obra están más incentivados a implementar tecnologías digitales que en los lugares donde los factores básicos de producción, incluida la mano de obra (manual), son menos costosos. Por lo tanto, tiene sentido implementar tecnologías digitales en aquellos lugares en los que generan un mayor ahorro de costos.

Además, las empresas declararon que prefieren ser pioneras en tecnologías digitales en su sede principal. Por un lado, esto está motivado por la estrategia corporativa, ya que desean desarrollar y gestionar de forma centralizada las competencias digitales básicas y mantener las actividades de alto valor añadido cerca de la sede. Por otro lado, el desarrollo y la implementación de nuevas aplicaciones tecnológicas que puedan aportar una ventaja competitiva basada en relaciones de confianza con socios con los que comparten una proximidad geográfica y cultural, tiene sentido desde la perspectiva de la creación de asociaciones.

Si las condiciones mencionadas anteriormente son suficientes para motivar las decisiones de relocalización depende, por supuesto, del contexto tecnológico/industrial específico de la ubicación, es decir, de las circunstancias de la sede de la empresa que toma la decisión y de la ubicación en el extranjero, donde tienen lugar sus actividades de producción.

Entre otras cosas, desempeña un papel la calidad del ecosistema digital-industrial en la sede de una empresa frente a la de su ubicación en el extranjero (es decir, si la empresa matriz y/o su filial extranjera pueden rodearse de desarrolladores de tecnologías digitales y de fabricación avanzada para estimular la implementación de dichas tecnologías). Esto implica que los lugares con un dinámico ecosistema de TIC y proveedores de maquinaria avanzada tendrán más probabilidades de beneficiarse de la relocalización.7

Una forma de evaluar la tasa de implementación digital entre las empresas es profundizar en el Digital Transformation Monitor de la Unión Europea, con el que comparamos las empresas del País Vasco. Lo que encontramos fue que las empresas vascas encuestadas revelaron un perfil de implementación de tecnología digital superior al de las participantes en la encuesta del Digital Transformation Monitor.89

El hecho de que una alta tasa de implementación de tecnologías digitales conduzca realmente a una relocalización de las actividades de producción desde ubicaciones extranjeras dependerá, en parte, de los esfuerzos que las ubicaciones extranjeras realicen para digitalizar sus propias actividades de fabricación y para fomentar a las empresas in situ a implementar las tecnologías de la Industria 4.0. En este sentido, las economías emergentes no muestran un panorama uniforme. Mientras que algunos países, como China, están dando pasos gigantescos hacia adelante (por ejemplo, Made in China 202510), otras economías y empresas emergentes (en América Latina, África o el Sudeste Asiático) luchan por mantenerse en esta carrera tecnológica.11 En otras palabras, la relocalización de las actividades de fabricación de América Latina, por ejemplo, puede ser más probable que la relocalización de la producción industrial de China.

Por otro lado, las perspectivas comerciales de los mercados a los que pueden servir las actividades de fabricación son una variable relevante para determinar si la relocalización tiene sentido. La actual pandemia parece marcar un punto de inflexión a nivel mundial entre las economías que están capeando bastante bien el temporal de la COVID-19 y las que no. Mientras que la mayoría de los países y regiones están viendo un estancamiento de su PIB, las perspectivas de las economías de Asia Oriental y Sudoriental son más optimistas. En particular, es probable que China, Vietnam y algunos otros países del sudeste asiático se recuperen rápidamente de la caída de la COVID-19. Al mismo tiempo, las proyecciones para otras economías emergentes, especialmente en América Latina y África, son menos prometedoras.

Expectativas de crecimiento del PIB en determinadas regiones

Fuente: Perspectivas de la economía mundial del FMI (octubre de 2020)

Es probable que las posibilidades de recuperación económica influyan en la geografía de los movimientos de relocalización, especialmente si, como ha sido el caso de la mayoría de las fábricas vascas en el extranjero, las inversiones de producción en el extranjero están impulsadas predominantemente por un motivo de búsqueda de mercado. Si la búsqueda de mercado es la principal razón para elegir un lugar de producción en el extranjero, las áreas que verán un descenso de la demanda serán más susceptibles de sufrir una relocalización. Según las proyecciones actuales, este sería menos en el caso de las economías de Asia Oriental y Sudoriental, y más en el caso de las economías latinoamericanas.

¿Cuáles son las implicaciones de estas conclusiones para la política industrial? La principal conclusión es que las decisiones de relocalización se toman según la interacción de varios factores. Aunque la mejora y la reorientación de los ecosistemas locales de innovación hacia las TIC y otras tecnologías facilitadoras clave que apoyan la Industria 4.0 no pueden garantizar la relocalización (o evitar la deslocalización), sin duda ayudarán. Además, dada la necesidad más amplia de facilitar las transiciones digitales y ecológicas en todas las economías, sin duda estos enfoques políticos parecen una buena inversión.

En cuanto a las implicaciones para la gestión, las perspectivas económicas optimistas de las economías de Asia Oriental y Sudoriental, en particular China, indican que sigue siendo importante desarrollar el “liderazgo interno” en esos mercados12, junto con hacer más resistentes las cadenas de suministro que parten de esos lugares.13

  • Bart Kamp is Principal Investigator in the focus area of Business Internationalization and Servitization at Orkestra - Basque Institute of Competitiveness.
  • James Wilson is Research Director at Orkestra - Basque Institute of Competitiveness and teaching faculty at Deusto Business School.

Descargo de responsabilidad: Las opiniones expresadas en este artículo son las de los autores, basadas en su experiencia y en investigaciones previas, y no reflejan necesariamente las opiniones de la ONUDI (leer más).

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